La declaración de la renta es un proceso anual que permite a la Agencia Tributaria conocer los ingresos y gastos de los contribuyentes, con el fin de regularizar los pagos y devoluciones de impuestos. En 2025, algunas personas deben presentar la declaración de la renta, mientras que otras pueden hacerlo de manera voluntaria para obtener beneficios. Aquí te contamos quién tiene la obligación de presentarla y qué beneficios podrías obtener, incluso si no estás obligado a declarar.
¿Quiénes están obligados a presentar la declaración de la renta?
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Rendimientos del trabajo:
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Un solo pagador: Si los ingresos anuales superan los 22.000 euros al año, tendrás que presentar la declaración.
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Varios pagadores: Si recibes ingresos de más de un pagador y el total supera los 15.876 euros anuales, además de que la suma percibida del segundo y restantes pagadores sea superior a 1.500 euros, también estarás obligado a declarar.
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Rendimientos del capital mobiliario y ganancias patrimoniales: Si has recibido rendimientos del capital mobiliario (intereses de cuentas bancarias, dividendos de acciones) o ganancias patrimoniales sujetas a retención, y el total de ambos supera los 1.600 euros anuales, deberás presentar la declaración.
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Rentas inmobiliarias imputadas, rendimientos de Letras del Tesoro y subvenciones: Aquellos que hayan recibido rentas inmobiliarias imputadas (por propiedades distintas a la vivienda habitual), rendimientos de Letras del Tesoro o subvenciones relacionadas con la adquisición de viviendas de protección oficial, deberán declarar si la suma de estos ingresos supera los 1.000 euros anuales.
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Rendimientos de actividades económicas: Todos los autónomos están obligados a presentar la declaración de la renta, independientemente de sus ingresos.
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Perceptores del Ingreso Mínimo Vital (IMV) y Prestaciones por desempleo: Los beneficiarios del IMV deben presentar la declaración de la renta, aunque no tengan otros ingresos. Lo mismo ocurre con aquellos que reciban prestaciones por desempleo.
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Otros casos:
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Pérdidas patrimoniales: Si has obtenido pérdidas patrimoniales superiores a 500 euros, tendrás que presentar la declaración.
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Deseo de beneficiarse de deducciones o devoluciones: Si deseas aprovechar deducciones fiscales o solicitar una devolución de impuestos, deberás presentar la declaración.
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Es fundamental revisar tu situación personal para asegurarte de si tienes la obligación de declarar. En caso de duda, siempre es recomendable consultar a un profesional para evitar posibles errores o sanciones.
Beneficios de hacer la declaración de la renta aunque no estés obligado
Aunque no tengas la obligación de presentar la declaración, hacerlo puede traerte importantes beneficios. Estos son algunos de los más relevantes:
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Posible devolución de impuestos: Si en el año anterior se te retuvieron más impuestos de los que realmente debías pagar, podrías obtener una devolución de Hacienda. Si trabajas por cuenta ajena o eres autónomo con retenciones, es posible que al presentar la declaración descubras que te corresponde un reembolso.
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Acceso a beneficios fiscales: En la declaración puedes aplicar deducciones y reducciones fiscales que podrían resultar en un saldo a favor. Esto incluye deducciones por la vivienda habitual, familia numerosa, donaciones a ONG, entre otros.
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Justificación de ingresos: La declaración de la renta es un documento oficial que puedes utilizar para justificar tus ingresos en diferentes trámites, como solicitar becas, ayudas económicas, créditos hipotecarios o personales.
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Evitar problemas con Hacienda: Aunque no estés obligado a declarar, hacerlo demuestra transparencia ante la Agencia Tributaria. Esto puede evitar problemas futuros, como inspecciones o requerimientos innecesarios.
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Compensación de pérdidas: Si has tenido pérdidas patrimoniales en inversiones, puedes compensarlas con ganancias obtenidas en los próximos años. Esto es útil, especialmente si has realizado inversiones en productos financieros y tienes pérdidas por ventas de acciones o fondos.
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Mejor planificación financiera: Al hacer la declaración de la renta, obtienes una visión clara de tus ingresos y gastos, lo que te ayudará a gestionar mejor tu economía personal. Esto es clave para poder planificar ahorros, inversiones o incluso futuros gastos imprevistos.
Hacienda Investigará el Patrimonio No Correspondiente a los Ingresos
Recientemente, la Agencia Tributaria ha lanzado un foco de investigación sobre aquellos contribuyentes cuyo patrimonio no se corresponde con sus ingresos declarados. Según la noticia publicada por Cadena Ser, Hacienda comenzará a investigar a quienes muestren signos de riqueza que no concuerden con la cantidad que informan en su declaración de la renta. Este tipo de actuaciones se centra en los patrones de consumo o bienes que no parecen coincidir con los ingresos declarados, como la compra de propiedades, vehículos de lujo, o la posesión de cuentas bancarias en el extranjero.
Es fundamental que todos los contribuyentes mantengan coherencia entre sus ingresos y su patrimonio. Si no puedes justificar la adquisición de ciertos bienes o el aumento de tu patrimonio sin que se refleje en la renta declarada, podrías estar sujeto a una revisión por parte de Hacienda. Es por esto que siempre es recomendable tener transparencia en la declaración y en la gestión de tus finanzas personales.
Este enfoque de la Agencia Tributaria destaca la importancia de cumplir con las normativas fiscales, no solo por evitar sanciones, sino también por mantener una relación clara y abierta con Hacienda. En caso de que tu situación sea compleja o tengas dudas sobre tu declaración, es esencial contar con el apoyo de un profesional.
Si tienes dudas sobre si debes o no presentar la declaración de la renta, o sobre cómo aprovechar los beneficios fiscales disponibles, en Gestoría Ortiz podemos ayudarte a gestionar todo el proceso de manera eficiente. ¡Contáctanos para obtener más información y asegurarte de que todo esté en orden!